Una brecha

Paca entró a la habitación de Carmen, la misma que hasta hace poco más de un mes compartían las dos. La encontró sentada al borde de la cama fumándose un cigarrillo armado con papel y tabaco, con una expresión pensativa y severa.

Con toda la alegría y entusiasmo que acarreaba encima, Paca se sentó a su lado mientras comenzaba a parlotear:

__ ¿Lo has visto Carmen?, ¿Lo has visto? Ese es el que me ha enviado el regalo de la caja azul. Hoy al salir de la misa se nos ha presentado en la plaza, y ahí nomás la Señora García lo ha invitado aquí. ¡Ay! es tan galante…y ya ha pedido cortejarme, la Señora dice que no tarda nada de nada en pedirme en matrimonio…¡Estoy tan feliz Carmen!

Carmen la miraba con una expresión incrédula y resentida. Tardó unos segundos en pronunciar palabra alguna, mientras tiraba el cigarrillo al suelo y lo pisaba, pues estaba eligiendo las adecuadas para despertar a su amiga de esa fantasía casi ridícula en que estaba sumergida desde hacía un buen tiempo.

__ Pues en realidad lo he visto Paca: a él, a ti y a esta vieja que te tiene de mascota casi desde que llegamos. ¿Qué te ha pasao por la cabeza mujer? ¿Es que de verdad te crees todo este cuento de la pura e inocente niña de familia bien?

El rostro de Paca se transmutada de la alegría liviana al desconcierto, casi al miedo.

__¿Pero qué te pasa Carmen?

__ ¿Qué me pasa? ¿Que qué me pasa preguntas? dijo casi gritando al tiempo que se levantaba de la cama con un movimiento brusco para mirar a su amiga de frente.

__ Es que no entiendo a qué viene esto, ¿por qué reaccionas así?

__ ¡Ya hace rato que estoy así contigo, pero es que tú ni te enteras! Hace buen tiempo que quiero hablarte pero siempre estás pegada a las polleras de esa vieja o ella encima tuyo. ¡Si es que eres como su perrito faldero Paca! ¡Mira en lo que te ha convertido! Ya no te reconozco. ¿Tú de verdad crees que por llevar esos vestidos prestados, por ir a misa y sentarte en los primeros bancos, por andar de aquí para allá disfrazada de niña de familia siguiendo las pantomimas de las buenas costumbres se borra lo que hemos sido?

__ Insisto en que no sé a qué viene esto Carmen.

Paca estaba desencajada, con sus ojos verdes brillando y como platos, con un evidente dolor a punto de descargarse en lágrimas, pero Carmen seguía implacable.

__ ¡¿A qué viene?!, ¿A qué viene me dices?, ¿pero es que… Paca te has olvidao de dónde venimos? Que hemos robao, que hemos comido y dormido de lo que nos pagaban los hombres o de lo que podíamos sacarles? ¿Qué de verdad te crees pura e inocente? ¿Si ese hombre te pide en matrimonio, qué harás la noche de bodas? Porque por más trapos finos y modales de conventos que te hayas aprendido hay cosas que no se fingen ni ocultan mujer, que estos tíos no son ignorantes por más buenos que puedan parecer.

__ Yo ya he dejado el pasado atrás Carmen.

__ ¡Hostias Paca! Tú puedes dejar el pasado atrás pero el pasado no te deja a ti…¿qué creés que es tan fácil como pretender que no vienes de donde vienes ni hiciste lo que hiciste ni eres lo que eres? Entonces de verdad te has acoplao a la loca esa que se cree que porque te adorna y te amaestra a su antojo eres su hija, y tú te crees que ella es tu madre y que naciste el día en que fuiste a dormir dentro de la casa grande. No niña…el pasado te alcanza tarde o temprano…

__ ¿Qué no tengo derecho a empezar de nuevo? ¿Para qué vinimos hasta acá entonces sino para empezar de nuevo?

__ Empezar de nuevo sí…pero no puedes empezar de nuevo fingiendo que tú eres nueva. Te repito mujer: ¿qué vas a hacer con tu galán? ¿Le dirás la verdad? Le mentirás y montarás una función de virgen recatada que no conoce el olor de un hombre delante de él….¿cómo vas a fingirle Paca?!

__ ¡No lo sé! __Paca ya lloraba con dolor y desconcierto __ ¡No lo sé!…él me querrá y yo ya pensaré en algo. ¡esto es lo que quiero Carmen!

__ ¿Una mentira?

__ Una vida así.

__¿Así de mentira?

__ Así sin penurias. Con una mujer que me colme la paciencia al extremo por metida como una madre lo haría, con vestidos lindos, con olores ricos, con modales de niña de convento como tú dices, con un hombre que se diga mi enamorado, que me traiga flores y me halague y me trate como a una señorita, que pida mi mano y que se case conmigo en una boda donde yo llevaré un vestido blanco.

__ Pero eso sería una farsa.

__ ¡No me importa! ¡No llegué hasta acá para seguir con la misma mierda de antes de subirnos al barco! Dios me ha dao una oportunidad de que las cosas sean como yo siempre he soñado y no me interesa volver a lo de antes. Y lamento si no lo entiendes.

__ ¡Pero si es que yo no te digo que vuelvas a lo mismo de antes! Simplemente te digo que te has tansformao en alguien que no eres.

__ Si me he transformao es en quien siempre quise ser. (Había orgullo y obstinación en su semblante). Que ya está bien de mirar cómo le toca lo bueno de la torta a otras, por una vez me toca a mí.

__ Si, pero ocultando…

__ ¡Pues no me importa! Pensé que te alegrarías por mí. Es más, si no fueras tan terca, tal vez yo podría mostrarte, enseñarte, tal y como la Señora García me ha enseñado a mí y así también tú conseguirías un enamorao y así no estarías tan resentida.

Ahora Carmen estaba enfurecida en su orgullo más íntimamente femenino. (Pedazo de mosca muerta ¿qué pensaba que esto era una cuestión de pantalones? ¿de celos por pantalones?) __ Mira Paca

La discusión que ya había llegado al punto de zanjar entre ellas un buena brecha de celos y falta de entendimiento se vio abruptamente interrumpida por el grito desgarrador y desconsolado de la Señora García que llamaba desesperada desde el medio del patio a Paca, pidiendo su ayuda.

Esta entrada fue publicada en Carmen Montiel, Paca Nuñez. Guarda el enlace permanente.

24 respuestas a Una brecha

  1. Ernesto dijo:

    Que placer volver a encontrarme con Carmen y Paca, aunque no haya sido en un buen momento parece, andan discutiendo lo que en el fondo es el enfrentamiento entre «sueño» y «realidad». Has logrado construir un texto, que aparte de su indudable calidad literaria, con un perfecto manejo de los diálogos (algo difícil de conseguir), nos muestra las diferentes posturas de enfrentarse al cambio de vida por parte de las dos mujeres, y lo haces siguiendo fiel a las personalidades de cada una de ellas. Curiosamente, según se va calentando la discusión, los papales parecen irse cambiando, la callada Paca saca fuerzas y arestos endureciéndose, mientras que Carmen, la fuerte siempre, parece empezar a sentir el desánimo ante la intransigencia a sus consejos de la amiga.

    Un cerro de besos.

    • Gracias Ernesto!! Parte de lo que quería (y quiero) lograr es esa idea de que nadie posee una característica llevada al extremo…nadie es absolutamente débil-fuerte-justo-bueno-malo…sino que todos vamos oscilando de una a otra actitud según las circunstancias y las etapas en las que nos encontremos. Eso es parte de lo real en lo que quiero construir estos personajes. Que vos me confirmes que lo voy logrando es un gran aliento!. Un cerro de abrazos en respuesta a tu cerro de besos!

  2. chrieseli dijo:

    Manejas el diálogo al punto de convertirlo en el referente de la personalidad de ambas. Un recurso muy bien logrado, que vienes perfeccionando a lo largo de esta saga.
    El juicio de valor que planteas en esta discusión, genera anticuerpos con una y partido por la otra, lo que agrega más puntos en una historia que has ido dejando a pausas.
    El suspenso del final es obviamente lo que me causa más resquemor, pero es un recurso necesario en este goteo incesante de creatividad literaria.
    Me pongo de pié señora mía.
    Un abrazote

    • Querida amiga: ya vendrán capítulos sin suspenso, donde sencillamente se pase a otro aspecto de la historia (como para no agobiar tanto), pero en este tramo me es indispensable para que actúe de nexo entre uno y otro relato dado que estoy absolutamente imposibilitada de postear con la frecuencia que quisiera, al menos por ahora. Los diálogos se me dan fáciles, pero tampoco hay que abusar, así que a pesar de la tentación, los reservaré solo para cuando se me tengan que trenzar los personajes. Otro abrazote para vos…y GRACIAS POR TODO!

  3. eduard dijo:

    Tienes mucha calidad en la descripción, es muy sugerente y liviana. Es una lectura amena y muy artística.
    Me gustó. Ánimos,
    Un abrazo

    • Gracias Eduard! Como toda tarea, esta tiene sus altibajos y hay momentos en que los ánimos son muy necesarios y se necesita una dosis extra para mantenerlo arriba. Sé que andás con el tiempo tan ajustado como varios de nosotros en estos ultimos meses por eso te estoy muy agradecido no solo por leer sino por comentar. Un abrazo fuerte para vos!

  4. Concha Huerta dijo:

    Me encantan estas conversaciones entre estos dos personajes tan tuyos. Como se van transformando sus ideas y al final el carácter de una se impone sobre la otra. Un saludo

    • Esa era la idea Concha!, que las conversaciones formen parte de lo que se va contando, de lo que se va mostrando de cada personaje, un poco como espiarlos por la ranura de una ventana. Gracias por leer, y un gran abrazo!

  5. Javi dijo:

    Un enorme placer seguir y leer tus entregas. Este capitulo me ha encantado.

    2bEsOs!

  6. A.B. dijo:

    Hola Claudia

    Excelente publicación, es muy fácil leerte, casi como «deslizarse por las palabras», tienes un don único para escribir y tus historias son atrapantes.

    Un beso

    • Hola AB! Gracias por pasar y por la apreciación. Ya sabés que es un gusto que nos compartamos en este barrio bloguero como gusta de decir el amigo Ernesto. Este ultimo tiempo ando con los plazos justo, pero ya me llegaré a ponerme al día con tu Blog (creo que me perdí un par de publicaciones), me voy tomando un día a la semana para ponerme al día…en fin ya me aflojaré de tareas y podré retomar mi ritmo habitual. Un beso grande!

  7. minicarver dijo:

    La fuerte amistad de estas dos mujeres se quiebra, una brecha, como dices, se abre entre las dos. A seguir …

  8. Hola Claudia:
    Primera vez te leo y me ha gustado mucho esta parte de tu relato. Personajes interesantes y un buen dialogo, con tension y velocidad, lo dicho, me ha gustado.
    Te felicito, te seguire leyendo
    Saludos de Sydney, Australia

    • Más que bienvenido Javier!, Cuando gustes y puedas, tanto el espacio, la historia y yo misma estamos a tu disposición. En cuanto me abra un huequito en estos días apretujados que me están tocando me llego a conocer tu espacio, así intercambios este gusto, esta mañía de ir desparramando textos.

  9. annefatosme dijo:

    Un diálogo que se pega a nuestras dos protagonistas como un guante, poniendo sobre la mesa quién es quién. De todas maneras opino como Carmen, el pasado no es tan fácil de ocultar.
    Espero que la señora Garcia se encuentre en un apuro muy serio, en una brecha muy honda y nada metafórica!
    Un abrazo,

    • La brecha se abre de momento en que las dos encaran de manera distinta la relación con su pasado. No sabés cómo me gustaría que en vez de así, por entregas, salga todo de un tirón…pero es lo que tenemos por ahora. Un enorme abrazo Anne querida y gracias por pasar!!

  10. el pasadso vuelve a veces con los dientes afilados..

  11. MX dijo:

    Bueno, llegué un poco tarde, tardísimo, pero llegué. Y menos mal que vine! Buenísimo diálogo! En serio, no soy mucho de andar tirando flores, pero está tan bien armado que por más que no se sepa de que viene la historia (si es que hay algún descolgado por ahí) resulta genial igual.
    Un beso!

  12. rubengarcia dijo:

    Poco se puede aportar, ya los que antecedieron te han dicho lo que piensan acerca del texto. Sencillez, claridad, buen manejo de diálogos y una visión contraria de cada una de ellas. Lo esencial es el divorcio de dos amigas. un abrazo Rub

Deja un comentario